¿Por qué los gatos también necesitan suplementos?
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En este blog te contaremos todo lo que necesitas saber acerca de la conjuntivitis en gatos; qué es, sus causas, sus síntomas, diagnóstico, tratamiento y mucho más. Quédate leyendo.
La conjuntivitis en gatos es una inflamación de la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo. Esta condición puede ser causada por una variedad de factores que deglosaremos más adelante. Además, la inflamación de la conjuntiva se caracteriza típicamente por la hinchazón de la conjuntiva y ojos rojos. Por último, el gatito puede presentar un ojo más cerrado que el otro, así como signos de malestar, dolor y secreción ocular.
Como mencionamos, las causas de la conjuntivitis en gatos pueden estar asociadas a los siguientes factores:
Las infecciones son una causa común de conjuntivitis en gatos. Esto puede incluir infecciones virales como el herpesvirus felino (FHV-1) o la calicivirus felino (FCV), así como infecciones bacterianas como la clamidia o la bordetella.
Al igual que en los humanos, las alergias pueden desencadenar la inflamación de la conjuntiva en los gatos. Esto puede deberse a alérgenos en el ambiente, como polen, polvo, ácaros del polvo, moho o productos químicos.
La presencia de cuerpos extraños en el ojo, como polvo, pelos u otros materiales extraños, puede irritar la conjuntiva y provocar conjuntivitis.
Aunque menos común, los tumores en los tejidos oculares pueden causar inflamación de la conjuntiva y otros problemas oculares en los gatos.
Lesiones en el ojo, como arañazos, golpes o rasguños, pueden dañar la conjuntiva y provocar conjuntivitis.
Algunas enfermedades sistémicas, como la enfermedad del sistema inmunitario o trastornos autoinmunes, pueden causar inflamación en los ojos de los gatos como parte de sus síntomas.
La conjuntivitis a menudo causa enrojecimiento visible en la esclera del ojo (la parte blanca del ojo), así como en los bordes de los párpados.
Los gatos con conjuntivitis pueden producir más lágrimas de lo normal, lo que puede ser evidente por la presencia de humedad alrededor del ojo o incluso lágrimas visibles corriendo por la mejilla.
La inflamación de la conjuntiva puede hacer que el ojo se vea hinchado o tener un aspecto más abultado de lo normal.
Los gatos con conjuntivitis a menudo tienen una secreción ocular anormal. Esta descarga puede ser clara, acuosa, mucosa, amarilla o verdosa, dependiendo de la causa de la conjuntivitis.
La inflamación de la conjuntiva puede hacer que el ojo tenga un aspecto rosado o rosado debido al aumento del flujo sanguíneo y la congestión vascular.
Debido a la irritación y molestias asociadas con la conjuntivitis, es común que los gatos se rasquen o froten el ojo afectado con las patas, tratando de aliviar el malestar.
El diagnóstico de la conjuntivitis en gatos generalmente implica un examen físico completo realizado por un veterinario, así como la evaluación de los síntomas y la historia clínica del gato. Además, el veterinario puede realizar varias pruebas para determinar la causa subyacente de la conjuntivitis. Algunos de los métodos comunes de diagnóstico incluyen:
El veterinario examinará cuidadosamente los ojos del gato para evaluar el grado de enrojecimiento, inflamación, presencia de descarga, hinchazón y cualquier otro signo de anormalidad.
Esta prueba implica la aplicación de una solución de fluoresceína en el ojo del gato. La fluoresceína se ilumina bajo luz ultravioleta y puede revelar la presencia de lesiones en la córnea, como úlceras o abrasiones.
Si hay una descarga ocular significativa, el veterinario puede tomar una muestra de esta para realizar un cultivo bacteriano o viral. Esto puede ayudar a identificar el organismo causante de la infección.
En casos de sospecha de infección viral, como herpesvirus felino (FHV-1) o calicivirus felino (FCV), el veterinario puede recomendar pruebas serológicas o moleculares para detectar la presencia de estos virus.
Si se sospecha una reacción alérgica como la causa de la conjuntivitis, el veterinario puede realizar pruebas cutáneas o sanguíneas para identificar alérgenos específicos.
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La duración de la conjuntivitis en gatos puede variar dependiendo de la causa y de la efectividad del tratamiento administrado. En algunos casos, la conjuntivitis puede resolverse en unos pocos días con el tratamiento adecuado, mientras que en otros casos puede persistir durante varias semanas o incluso más tiempo si la causa no se aborda correctamente.
La conjuntivitis en gatos, si bien puede ser una afección ocular común, no debe subestimarse en términos de su potencial peligro para la salud felina. Las complicaciones pueden incluir desde malestar y dolor para el gato, hasta la posibilidad de complicaciones oculares más severas como úlceras corneales, infecciones secundarias, e incluso pérdida parcial o total de la visión. Además, si la conjuntivitis es de naturaleza infecciosa, existe el riesgo de propagación a otros gatos en el hogar o en la comunidad felina. Por lo tanto, la conjuntivitis en gatos debe ser tratada con seriedad y prontitud, buscando atención veterinaria adecuada para prevenir complicaciones y promover la recuperación completa del felino afectado.
Algunos de los tratamientos que tu médico veterinario puede recomendar para tu michi pueden ser los siguientes:
Si la conjuntivitis es causada por una infección bacteriana, se pueden administrar antibióticos tópicos, como gotas o ungüentos oftálmicos, o sistémicos, como tabletas o inyecciones, para combatir la infección bacteriana y prevenir su propagación.
Si hay inflamación presente, se pueden administrar antiinflamatorios tópicos, como gotas o ungüentos, o sistémicos, como tabletas o inyecciones, para reducir la inflamación y aliviar el malestar asociado con la conjuntivitis.
Si la conjuntivitis es causada por una infección viral, se pueden recetar antivirales para combatir el virus y controlar los síntomas asociados.
La limpieza regular de los ojos con solución salina estéril o agua hervida y enfriada puede ser necesaria para eliminar la descarga ocular y cualquier cuerpo extraño presente, lo que puede ayudar a aliviar la irritación y prevenir infecciones secundarias.
Se pueden recetar colirios lubricantes para humedecer el ojo y reducir la irritación, proporcionando alivio adicional al gato afectado y ayudando a proteger la superficie del ojo.
Prevenir la conjuntivitis en gatos implica tomar medidas para reducir el riesgo de exposición a los factores desencadenantes comunes y mantener la salud ocular general del gato:
Llevar al gato a chequeos regulares con el veterinario puede ayudar a detectar y tratar cualquier problema ocular de manera temprana antes de que se convierta en un problema más grave.
Mantener la higiene ocular adecuada puede ayudar a prevenir la acumulación de suciedad y bacterias alrededor de los ojos. Esto puede incluir limpiar suavemente los ojos con una solución salina estéril o agua hervida y enfriada cuando sea necesario para eliminar la descarga ocular.
Preocuparse por el aseo e higiene para gatos y mantener su limpio y libre de alérgenos, polvo, humo y productos químicos irritantes puede ayudar a prevenir la conjuntivitis alérgica.
Mantener al día las vacunas recomendadas por el veterinario, como la vacuna contra el herpesvirus felino (FHV-1) y el calicivirus felino (FCV), puede ayudar a prevenir infecciones virales que pueden causar conjuntivitis.
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Evitar que el gato se exponga a situaciones que puedan causar lesiones oculares, como peleas con otros animales, objetos afilados o ambientes peligrosos, puede reducir el riesgo de desarrollar conjuntivitis traumática.
Mantener al gato protegido contra parásitos externos e internos, como pulgas, garrapatas y gusanos, puede ayudar a prevenir enfermedades que pueden afectar los ojos y causar conjuntivitis secundaria. Lo aconsejable es que el veterinario proceda a desparasitar al gato
Proporcionar una dieta equilibrada y adecuada como lo es la dieta barf, así como mantener un peso corporal saludable, puede fortalecer el sistema inmunológico del gato y reducir el riesgo de enfermedades que pueden predisponer a la conjuntivitis.
En el caso de la conjuntivitis bacteriana, algunas de las bacterias que afectan a los gatos también pueden causar conjuntivitis en humanos. Sin embargo, la transmisión directa de la infección de un gato a un humano es poco frecuente y generalmente requiere un contacto cercano y directo con la descarga ocular infectada del gato.
En resumen, la conjuntivitis en gatos es una afección ocular común que puede ser causada por diversas razones, incluidas infecciones, alergias y lesiones. Los síntomas típicos incluyen enrojecimiento, descarga ocular y malestar. Con un diagnóstico preciso y tratamiento oportuno, que puede implicar antibióticos, antiinflamatorios o antivirales según la causa, la mayoría de los gatos se recuperan por completo. La prevención, mediante una buena higiene ocular y ambiental, así como el mantenimiento de la salud general del gato, son clave para evitar la recurrencia de la conjuntivitis. Siempre es importante buscar atención veterinaria si se sospecha de conjuntivitis para garantizar el bienestar y la salud ocular del gato.
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